miércoles, 14 de abril de 2010

tres hermanos


Siente cuando su hermano se despierta, porque empieza a escuchar ruidos familiares,y porque además desde siempre lo hace a esa hora.

Nombre de arcangel ,uno para cada uno después de la aclaración angel como primer nombre,para que nadie se confunda.

una suerte distinta para cada uno,como la misión encomendada .

Son casi las seis y media.

Un esfuerzo tiene que hacer, un gran esfuerzo porque hace unas dos horas que se acostó.

Lo ayuda a levantarse, lo lleva al baño y mientras espera que el agua de la canilla se ponga tibia, se mira en el espejo.

Lo lava con una esponja ,con suavidad y esmero ,pero mecánicamente.

lo viste con mucha habilidad porque el otro no colabora en lo más mínimo.

Pasa el brazo izquierdo de él por sus hombros, con el brazo derecho lo toma por debajo de la axila y lo lleva , haciéndolo caminar torpemente hasta la cocina de toda la vida en estas tierras.

Calienta un tazón y mira por la ventana ,no hay nadie en la calle y está nublado.

Le pone algo para que no se manche la camisa y le da de comer rítmicamente.

“No,no,no”, le dice firme pero con algo de cariño y le saca de enfrente un pocillo de café que se quedó en la mesa la noche anterior y que se salva de ser empujado a la rotura que le espera después del abismo del borde .

“Ya te manchaste!” Le dice y le limpia con cuidado la barbilla .

“Volvamos ,volvamos que tengo sueño”, lo lleva como puede y lo ayuda a sentarse en una silla en su habitación.

Se vuelve a meter en la cama y se queda mirándolo.

Igual que como cuando era chico se pone a buscarle un parecido con sí mismo.

Las manos ,aunque se muevan tan distinto,son idénticas, lo flaco,un poco la forma de la cabeza en la parte de atrás …

Bosteza,acomoda la almohada,le dice que se porte bien,que quiere dormir otro rato . Poco después se queda dormido mientras el hermano mayor se balancea muy despacio y suave en la silla con la mirada perdida.

En el comedor quedan solitarios un reloj de péndulo, una mesa exquisita de marquetterie y un cuadro horrendo de un Jesus con los ojos llenos de lágrimas.

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