sábado, 18 de diciembre de 2010

verano


el verano pasado a la misma hora cuando me sentaba a charlar con una señora ,empezaba un viaje abismal .
Ya lo había contado entonces.
Ella empezaba una oración acerca de determinado tema y alguna palabra le parecía evocadora y abría un zoom sobre ella,y una mata de detalles ,más tupida ,más espesa anticipaba la abundancia .
Y así seguía por largo tiempo.
era un ejercicio de atención y de sorpresa.
Y siempre llegaba a la conclusión de una novedosa filósofa contemporánea ,cuyo nombre ignoro, que asegura que no hay dos hechos lo suficientemente aislados como para ser salvados de la unión en un relato.

Este año hemos evolucionado.
Su cerebro tal vez se esté degradando ,el mío o el de ambas.
De funcionamiento de dibujo asistido ,es hoy por hoy una maldita máquina mecánica,que por una frase lanza una manito de metal de tres dedos a la pesca de algo .
Siempre cae pesada y segura sobre lo deseado pero al levantarse pierde la fuerza y los tres dedos acarician el objetivo y no atrapan nada.
Lo malo es que esta máquina engancha sin querer una incoherencia peluda que sale presurosa en tu busca.
La primer actitud lúdica e inconsciente es comenzar por la mitad, la película empezada.
Mi cerebro se fuerza a encontar lo más rápido posible la ubicación temporal,geográfica, la filiación,la conexión entre ellos ,la resolución del escenario.
Acabado esto,que cuesta unos instantes de atención,corro unos pasos para alcanzarla (a dios gracias es maximalista lo que la hace lenta) y cuando creo que la tengo...me lanza un viraje
de indeterminado números de grados.
Cambia todo,gira el caleidoscopio.
Mi cerebro sufre,inicia de nuevo la busqueda y es nuevamente defraudado.
Siento que corro tras de una rata ,un chancho enjabonado.
Y si bien solo han pasado por mi cuerpo unos litros de mate y llevo horas en la reposera termino fatigada.
Así está transcurriendo mi verano .
Debe ser esa loca costumbre de veranear donde no se debe.

viernes, 3 de diciembre de 2010

malos dias


El jardinero es un manyín.
más que humano ,
más que duende de las hojas.


Para ser un manyín
es condición necesaria:
ser humano
lo de las plantas es una excusa.
Este manyín lo prueba.
Antes trabajaba en YPF
después dicen que se fue a Venezuela
que tuvo varias mujeres
que tiene algunos hijos,
que mantiene una secreta relación,
que se escucha como susurro desde el piso de arriba,
pero siempre,
siempre ,
siempre
fue y será un manyín.
Mantiene su estado a rajatabla.
Tiene el cuerpito
que le sirve para hacerse de unos mangos
con las plantas ,con el petroleo,con lo que sea,
para ir a invertirlo en vino berrreta,
(tiene que ser muy berreta,esto es importante)
pero no en el domicilio ,
tiene que ser
como condición
ineludible
en algún bar de barrio bajo.
Para empezar a tomar,
irse desenrrollando,
desarrollando,
ponerse a punto
para ponerse en curda,
empezar a hablar,a provocar,
y que otro en las mismas condiciones lo faje
si es que puede,
dado que ninguno de los dos se mantiene muy en pie
después a dormirse mansamente,
a la mañana ,del otro día, que siempre viene
sin recordar ningun episodio,
se va a cortar yuyos,enderezar tallos,podar rosales,
lo que sea , para volver al bar
(habitué de Los Pitufos ,la Cafiaspirina y del bar del Sanjuaniño)
si tomara en exceso,
otra bebida,
en su casa,
o lo que sea en donde sea,
sería un borracho,
pero este esmero,
esta dedicación,
esta vocación,
este desempeño ,
esta lealtad,
lo convierten en un MANYÏN,
Y no es poco.